sábado, 30 de julio de 2011

 Hola, hola, hola :) Esto sí que lo tengo abandonado, madre. Bueno, ya han salido los resultados del concurso de Petite Rêveur, así que aquí está el relato que presenté. Felicidades a las ganadoras, ahora que he leído los suyos me gustan mucho n_n
***


Venga, Julie, ¡falta poco!
Animándose mentalmente, Julie ascendió el escaso trecho que le quedaba para alcanzar la cumbre de la colina, haciendo crujir con sus botas las hojas que el otoño hacía abandonar a los árboles. Al momento, los ojos marrones de esta visualizaron su meta: un solitario árbol en lo alto de aquella cumbre. Su lugar favorito en todo el mundo, antes que el Big Ben, Eiffel o el Taj Mahal.
Sonrió con satisfacción, acercándose al árbol. Puso una mano en el tronco, sobre las cortezas que se aferraban a él, queriendo decir ‘ya estoy aquí’. Se sentó a sus pies, allí donde las raíces se escondían en la tierra húmeda. Oyó el crujir de otras tantas hojas que habría aplastado con el vestido, cruzó sus piernas como un indio y miró hacia delante, contemplando la escena que transcurría ante ella.
La silueta de la ciudad se recortaba contra el horizonte naranja, rosado y, más tímido, el azul. Como preparando su ida, el sol se habría ocultado ya bajo tras alguna torre. El extrarradio parecía haber desaparecido en la penumbra, y sólo se distinguía la oscura e imponente figura de los rascacielos mientras el astro rey llevaba prisa por esconderse. Parece un cardiograma, pensaba todos los días Julie cuando acudía al encuentro de la caída del día.
Suspiró, sin apartar la mirada de la ciudad. Se ajustó el gorro que hacía contraste con su pelo rubio y se acomodó contra la madera. Los colores del paisaje se fundían en el firmamento, pronto darían paso a las estrellas y a la marcha de la chica hacia la siempre agobiante metrópoli. Los pitidos de los coches, insultos de los conductores que iban a casa a cenar y las apresuradas compras de última hora ponían de los nervios a la rubia.
Algo hizo que apartara la atención del espectáculo. Los ojos chocolate se desviaron a la izquierda, encontrándose con una figura conocida. Lo único que le gustaba más que esas puestas de sol. Zeth.
-Acudes al encuentro de la noche.- Dijo, componiendo esa sonrisa de lado propia de él. El muchacho se agachó, para sentarse al lado de Julie y hacer a las hojas de nuevo lamentarse.- ¿Qué haces aquí, Julie?
-Vengo todos los días.- Musitó, mirando lo poco de luz que emanaba el cielo. Había oscurecido notablemente desde su llegada. Vio como unas pocas luciérnagas cruzaban delante de ella, alumbrando como pequeñas bombillas flotando.
-Vaya.- Dijo Zeth, imitándola y disfrutando de la efímera puesta de sol.- Es mágico.
Julie sonrió con suavidad. Apoyó la cabeza en el hombro de Zeth, dejando que un mechón de oro cayera por su pecho. Cerró los ojos y respiró profundamente, notando el aliento del otoño entrante.
-Ahora sí lo es. 

8 comentarios:

  1. Me encanto :DD simplementeee . . . me encanto.

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  2. ¡Hola! Tienes un blog fabuloso. Esta entrada es preciosa y llena de sentimientos.
    Saludos, te sigo ^^

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  3. Waa... Pues ya podían ser buenas las otras porque el tuyo es genial.

    Tienes un premio en mi blog (es el tercero) enhorabuena!
    http://cronicasdeunatiacualquiera.blogspot.com

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  4. Liindo blog ya sabes que te leo de cerquita.
    Una invitación al mío:
    http://globosagua.blogspot.com
    http://tresmariposasymedia.blogspot.com

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  5. Es precioso. Expresas tus sentimientos y es algo que admiro. Me encanta enserio. Acabo de encontrarte y me alegro de ello.
    Voy a seguirte ¿vale? ^^
    Un beso <3. Álex Ü.
    http://justlovemestars.blogspot.com/

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  6. Pásate: http://esperandoalarespuesta.blogspot.com/2011/10/error.html :) Esperamos poder sacarte una sonrisa.

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